jueves, 31 de mayo de 2007

cap.26

Me resigno a extrañar. Lo hago en silencio, un compás desesperado de pozo hundido en otro pozo, el vacío en el vacío, tu pelo desconocido a las caricias de mis dedos, dedos los míos que ignoran su potencia de fósforos encendidos, los fósforos pintando una tela y llenándola de colores coloridos, lo desvaído a la basura, la ficción de tu boca enredada con la mía, mía la boca que nunca sintió a la tuya y la tuya que tampoco a la mía. Pero te extraño. Te extraño porque contigo sueño despierto y dormido y por la mañana y a cualquier hora en cualquier sitio sitiado situado o lustrado. Acompañado, en soledad, en chancleta, sin chancletas, por la noche, por la tarde, durante el día, te extraño. Te extraño porque no puedo arrancar tu figura de mi sueño de vigilia y encontrarte en el golpe, en el eco, en la caricia, en la llave que gira media vuelta y abre la puerta de lo concreto, la objetivación. Te extraño porque eres la idea de la idea de mi novela de hoy. Te extraño porque cuando me veo enfrentado contigo no puedo más que lanzarme hacia mí y esconder la mirada y acorralar a mis deseos y encadenarlos con la razón, con el corrosivo viento de la vida. Te extraño y quizá no me creas. Yo tampoco lo creo. Lastimosamente me doy cuenta que no sé a quién extraño, a quién hoy le escribo, si a ti o a mi dibujo sobre ti. Claro que con tu mano has acompañado el primer trazo de mi dibujo virtual, pero también es cierto que yo lo continué y solo y sobre él construí un edificio de ilusiones. Esas ilusiones pueden derrumbarse o desaparecer con la fugacidad de un refusilo, pero para que suceda debo conocerte. Quiero conocerte, y sea cual sea la resultante de nuestro dibujo (el trazo realmente compartido y objetivo -pero es tan subjetivo- que borrará mi primer dibujo virtual) debo conocerte, mi boca debe conocer a la tuya y viceversa y mis dedos tu pelo y viceversa y mis oídos tus palabras y viceversa y mis manos tus piernas y viceversa y miradas y de izquierda a derecha y derecha izquierda y viceversa de los viceversas hasta sentirte conocida, hasta que vuelva a desilusionarme una vez más con mi carpeta de dibujos de colores que sólo encuentra blanco y negro en la realidad.

3 comentarios:

A dijo...

Y yo soy Andrea, la chica de la fiesta que tenía sólo ganas de bailar. Y luego esas ganas se transformaron en resonantes ganas de tirarme por el balcón, pero para ese momento las ventanas ya estaban cerradas.
Por instantes pensé que te ibas a olvidar del blog y por instantes que no. Muy gracioso, saltando como grilla de instantes en instantes, ínfimos retazos de la madrugada en estado de colapso inconcluso.
mmm, desmerecería los otros si digo que sólo este fragmento me gustó. Todos son muy gustosos, pero este tiene algo de enredo de caracol (sumado a que no estaba comentado, ¡como me voy a perder el privilegio de ser primera!) que mmm que me atrapo más. ¿Será la misma sensación, ahorita cuando el sol dice ser fuerte?
En fin, gracias por comentar. Ya me habían dicho que tenía una suerte de girondo (por eso salí corriendo a comprar una antología ya que nunca lo había leído, y me fascino. Es como cuando leo Artaud, lo leo y me siento. Increíble sensación).
Si querés, un día podemos juntarnos a tomar algo y compartir escritos. mm podés mostrarme tu libro (aunque podría no ser vaga e ir a la librerías, pero en la catarsis en la que me encuentro tal vez la pereza sea mayor)
Aja, medio largo (siempre larga, larga, larga).
Adío, cuando quieras podes postear comentarios. Así sucede la retroalimentación.
La filomena.
¿Por qué tu blog aparece TRES veces?

Anónimo dijo...

No sè porque empece por este capitulo...
Creo que todo es por algo... la verdad que me parecio muy bueno lo suyo... sobre todo la siguiente frase:
"Te extraño porque contigo sueño despierto y dormido y por la mañana y a cualquier hora en cualquier sitio..."
Me hizo recordar que esa sensacion, la que va màs allà del extrañar... es una de las sensaciones màs lindas... hace ver que hay un otro que en algun momento es parte nuestra y viceversa.
Exitos.

Na.

Anónimo dijo...

hasta que vuelva a desilusionarme una vez más con mi carpeta de dibujos de colores que sólo encuentra blanco y negro en la realidad....

que ironia no ???????
y que triste.....